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La falta de gas, de luz tiene nombre y apellido


Hace exactamente un año De Vido aseguró que los viejos problemas energéticos ya fueron superados, que los argentinos ya no padeceríamos los problemas de suministro energético en los periodos de calor y frió excesivo. Basta leer los diarios muy por encima, o recorrer las calles, para ver que las predicciones del inefable De Vido eran falsas.

Por ejemplo como consecuencia de la ola de frío LA RED DE ENERGIA ELECTRICA se encuentra al límite y sin margen para nuevos eventos.

El gas disponible se derivó a casas de familias, y las usinas eléctricas debieron usar fuel oil, menos eficientes que el frío de la semana pasada disparó la demanda: el miércoles llegó a 17.421 MW, el máximo histórico para un día de invierno. El récord total, alcanzado el último abril, con 17.881, había sido en una ola de calor.
El total de la oferta del sistema, aseguran los técnicos, no supera los 18.000 MW. La central de Atucha tiene ya 30 años, en los que ha generado más de 65.000 millones de KWH, en ella y en Embalse Río Tercero, descansa nuestra generación de energía electrica.Esta ultima tuvo problemas técnicos que la sacaron de servicio en diciembre, en enero y en febrero. En marzo, finalmente, arrancó el mantenimiento de 10 semanas que concluyó el jueves pasado.
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A un Estado que cuenta con Funcionarios, falaces o improvisados de la problemática energética, se suma obviamente el mismo panorama de la conducta empresaria en todas las privatizaciones que se dieron en los noventa.

Que los grupos económicos consideren a los hidrocarburos como simples mercancías y a la satisfacción de las necesidades energéticas como un objetivo que se alcanza por la sola acción del mercado es lógico. Pero cuando esas ideas son adoptadas por quienes nos gobiernan, adquieren el carácter de disparates técnico políticos cuyas secuelas negativas nos afectan hoy.

La Argentina -precursora en considerar al petróleo un bien de carácter estratégico esta hace tiempo a contramano de la historia, en una involución energética.

Durante años escuchamos como argumento Que el estado es siempre ineficiente como empresario, por ende impedía el desarrollo dinámico de la economía.

Tomemos un ejemplo histórico en 1943, luego de 90 años de explotación del servicio de gas distribuido por redes en manos privadas, solamente el 6 % de la población nacional recibía el servicio .En 1944 se produjo la nacionalización de dichas empresas, pasando el sistema a YPF en primer lugar y luego a Gas del Estado en 1946.

Luego de 45 años de explotación estatal, el número de usuarios residenciales ha llegado a alrededor de cuatro millones y representa poco mas del 40 % de la población del país.

Mas aun cualquiera recuerda lo barato que era el gas, mas aun GAS DEL Estado Era superavit aria.

El argumento de la "ineficiencia" es claramente falso e intencionado igualmente para el caso de las demás empresas de energía. YPF no hubiera sido "la única empresa petrolera del mundo que daba pérdidas", -como argumentaron los privatistas-, si no se la hubiese forzado a subsidiar a las refinerías de las compañías Shell y Esso con el precio del crudo, mientras pagaba mucho mas, por el que los contratistas privados le entregaban (muy por encima de los costos habituales de YPF), además de cargar con una innecesaria deuda de 6.000 millones de Dólares, suma ésta, que realmente no recibió.

Con el menemismo quedó sin efecto el monopolio del Estado sobre la explotación petrolera y gasífera, con el agravante de que prácticamente el Estado no ejerce control sobre esta empresa privada extranjera, que cumple sus obligaciones contractuales y fiscales, incluido el pago de regalías a las provincias productoras, sobre la base de sus propias declaraciones juradas.

Así se llega a una crisis energética agravada por la falta de inversiones, sobre todo en investigación y prospección, ya que toda la actividad de la concesionaria se reduce -o casi- a la explotación de las áreas descubiertas que se le dio. Mientras que la economía se encontraba muy deprimida, la escasa producción de petróleo, gas y sus derivados alcanzaba para el consumo interno y para atender los negocios de exportación de las concesionarias, y así quedó encubierta la dura cara de la emergencia, pero apenas las fábricas comenzaron a reactivarse.

Otra cara de esta política de los 90 que contó con el aplauso y apoyo del actual mandatario es que de los 535.000 desempleados de la administración pública en general, una enorme proporción emanan de las empresa de energía, Segba, Eseba, YPF, YCF,A.y E.E etc.
Llegará el momento en que la Nación deberá poner al sector energético al servicio del interés general y de la racionalidad. Para ello habrá que afectar los intereses de quienes detentan el poder real...

Claro eso no podrá ser de la mano de quien mando el avión sanitario de la Provincia de Santa Cruz a votar la entrega de YPF o de su ex Ministro de Economía Roberto Lavagna, que mientras fue funcionario —2 de julio de 2004— indicó: "La crisis energética está bajo control porque tomamos las medidas que había que asumir y hay todo un proceso de inversiones para los años futuros". Pero luego de renunciar (19 de setiembre de 2006), se desdijo: "En el país hay un gravísimo problema en materia energética y el Gobierno hace como el avestruz.

Es hora de ser dignos herederos de Moscóni, de decirle a la gente que la falta de gas, que la falta de luz, tiene nombre y apellido, es hora de ser más radicales.

Dr. Gustavo Aramburu
glaramb@hotmail.com
Nota: Mucho de los datos que emanan de esta opinión, surgen de la lectura de trabajos y opiniones de Gustavo CALLEJA, un verdadero radical en la defensa de nuestras cosas.